lunes, 14 de mayo de 2012

¿Avisa la muerte?

    Mi madre cuenta que su padre tenía un amigo, sargento de la guardia civil y “brujo”. Entre otras habilidades, el hombre sabía cuando una persona iba a morir con solo verla. ¿Veía a la muerte con su guadaña a la cabecera de la cama del enfermo?, ¿veía la cara del doliente y…? el caso es que no fallaba una.
   Ahora soy yo la que se pregunta ¿avisa la muerte?, la respuesta no puede ser muy tajante, por ejemplo es casi seguro que las dos nuevas víctimas de violencia de género de hace pocas horas algo podían barruntarse ¿o no?
Pero los signos de otras muertes no son tan evidentes…
    Hacía unos pocos años que venía acordándome de ella con frecuencia, la busqué en Internet y en estos últimos años, no se porqué pensé en varias ocasiones ir a verla… El problema es que nació y vivía en un sitio donde había ido la ilustre pareja de mis cuitas a vivir los primeros momentos de su gran amor y a mí me parecía de mal gusto hacer la propuesta y no encontré el momento de ir sola… el segundo problema es que no tenía su teléfono, ni su dirección y no recordaba en absoluto donde vivía.
   Un momento especial fue cuando, el verano pasado, murió en la playa de su pueblo una mujer, de mi profesión y por ello conocida. Había ido a pasar unos días de vacaciones y cuando se quedó muerta la cubrieron con una toalla y le pusieron una sombrilla… Yo vi la fotografía en el periódico y me impresionó aquella sombrilla junto a los niños que jugaban en la arena ajenos a la tragedia. Me dejó de apetecer ir allí…
    El viernes me enteré que hace tiempo (cómo un año me dijeron) que murió… Era un año mayor que yo y era buena, tan buena como el trocito de pan que se comía después del postre… ¡seguro que está con los ángeles!.

    ¿Por qué me acordé tanto de ella y de repente la olvidé?

   Son las palomas las que han hecho que me acuerde de él infinidad de veces desde después de verano. Aprendí a reconocerlas en casa de una tía, su hijo tenía un palomar y, cuando oigo a las palomas, me acuerdo de él.

    Hace pocas horas encontraron en su casa el cadáver de un alcohólico como tantos. Un enfermo mental desde siempre, probablemente esquizofrénico, jubilado desde los 40, con el hígado hecho polvo (en estos casos es inútil realizar un trasplante) por el exceso de alcohol y que dentro de un par de días cumpliría la misma edad que tengo yo.…
Coincidimos un par de veces en el mundo. Me acuerdo de jugar con él, en la casa de nuestra abuela el año en que lo conocí, ¡entonces quería ser cura! Bastantes años después fuimos a visitar a su familia… criaba palomas y hoy voló con ellas al más allá.

¡Casualidades!
¡Ay los avisos de la muerte!