lunes, 25 de abril de 2011

Semana Santa

Decidí no escribir en Semana Santa y dejar mi mente lo más vacía posible.
 
El sábado me levanté de la cama con una energía ya casi olvidada: ¡era yo de nuevo!... claro que no tenía a mi torturador cerca.
 
Ya desde el lunes de la semana anterior, mi a-marido había desaparecido entre vapores de alcohol,... ¿¿¿para hacer qué .???.. Por toda explicación de lo que iba a hacer esos días, oi un silencio culposo, así que supongo que estuvo con su "amiga" (Eufemia por aquello de los eufemismos). Había quedado en pasar conmigo la Semana Santa pero su palabra vale menos que un sello móvil sin dientes, asi que, como de costumbre hace más de un año, me plantó los días de vacaciones y se fue a desintoxicar. El jueves me llamó para decirmelo y que iba a dar mi nombre en el Centro, le dije que no, que se ocupara Eufemia de él y que me dejara en paz. El sábado, día 15, me llamó al móvil mientras yo dormía la siesta y no me enteré. El domingo 24 "resucitó" y me llamó lleno de misterios. Entre lo que oculta y la pérdida de la noción del tiempo no he llegado a saber ni cuando ingresó ni cuando salió pero esta tarde ya ha vuelto a beber.
 
Hoy me ha hecho perder los nervios y he gritado hasta arañarme la garganta.Después me he dado cuenta de que mi rabia es contra mi por haber consentido que me hayan (él y ella) arrancado la dignidad diariamente durante cinco largos años. Voy a arreglarlo para poder perdonarme. 
 
¿Qué vale más para un ser humano la dignidad o la vida?
 
¡Ay el alcohol y sus instrumentos de tortura!

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Y yo qué quiero?

No, no me he muerto.
 
¡Afortunadamente voy renaciendo poco a poco...!
 
Mi meta es dejar los antidepresivos en junio. Un año es suficiente. Esta guerra empezó el seis de junio del año pasado y debe terminar antes del próximo seis de junio. El cinco se cumplirían 1000 días de matrimonio... No llegarán, el divorcio es inminente.
 
No, no puedo "regenerar" a un alcohólico y aquí me planto.
 
Durante este tiempo de lucha, cuatro psicólogos distintos y una asistente social me han hecho esta pregunta: ¿y tú que quieres?... las cinco veces me he quedado callada. Ahora soy consciente de que caí en la trampa del juego de la manipulación y dejé de desear, sólo un pensamiento y sus variaciones ocupaban mi mente: ¡que se ponga bien! ¡va a dejar de beber con mi ayuda!... ¡cuando no beba todo irá bien...!
 
Hoy he sabido que van 19 mujeres muertas por violencia de género y también que una mujer mató a su marido porque no soportaba los malos tratos. Yo jamás pensé que iba a ser víctima de malos tratos psíquicos y físicos: Si, su "amiga fuerte" me pegó y él la ayudó y mintió por ella en el tribunal. Este episodio marca un antes y un después es esta historia... o quizá, simplemente marcó el final.
 
Ahora estoy centrada en decidir qué quiero hacer en este mundo durante los próximos tiempos... estoy en mi interior y el nudo en el estómago se va soltando poco a poco.
 
¿Y mi a-marido?. Muy bien, rellenito de alcohol y con su P... ¿amiga? ¿ex-esposa? ¿amante?...para usar un eufemismo prefiero llamarla Eufemia. Pues eso, con alcohol y con Eufemia y tan ricamente mientras se le sigue encogiendo el cerebro (hasta ahora ha perdido un volumen de aproximadamente un centímetro de espesor)
 
¡Ay el alcohol!