sábado, 17 de marzo de 2012

Tarea: escribir

      No tengo ganas de escribir pero es una de las tareas que me he impuesto y tengo  que cumplirla. 
     Amanecí muy bien, pasé una buena mañana pero antes de comer tuve otro rebrote de rabia contra la que me pegó y su amigo...
     Aún no estoy preparada para el perdón de esta parte de mi vida. Hice un enorme esfuerzo para controlar mi mente y no dejarme lanzar rayos y centellas contra ellos por si acaso. Ya no dudo del poder de mi mente pero no se modularla para las cosas importantes. Hoy he conseguido encontrar aparcamiento exactamente donde lo había visualizado mientras llegaba al lugar (¡vale un poco más a la derecha!) y me han regalado un libro que me había gustado pero que no se vende... No importa si son casualidades o causalidades las que se producen, lo importante es que se producen.
 
   A estas horas por la noche me siento muy cansada, noto la falta de la dichosa "gasolina" de la que me habló la médico, me abruman las cosas que no he hecho, los problemas del día a día y todo me parece complicado. Durante la mañana no tengo esta sensación de agotamiento y disfruto como siempre habia hecho... Ya es hora de  dormir y me voy a la cama. No, hoy tampoco quiero saber lo que sueño y no haré programaciones para despertarme...
   
          ¿Lo mejor del día?, los regalos recibidos: el libro, los correos de mis amigos y el perfume de los jazmines.
          ¿Lo peor?, como casi todos los días: el dolor de los que sufren por la maldad de los que se arrogan el derecho a maltratar...
 
¡Ay de los torturadores! y
 ¡Olé los jazmines!