domingo, 13 de febrero de 2011

13 de febrero, enamoramiento y AMOR

  
   Hoy es un día especial para mi, es el aniversario de una decisión muy particular que tomé un 13 de febrero, cuando yo tenía 20 años. Sonó el teléfono, era él, me dijo que iba a ir a verme... le dije que no, que estaba preparando un examen y que no quería verlo... Fue la última vez que hablamos. Ya ni siquiera recuerdo su voz pero casualmente esta noche he vuelto a soñar con él.

El sueño fue breve:
Me decían que había llegado, que estaba en el cuarto de al lado y yo iba. Estaba acostado, su cara era de color cetrino, los pómulos marcados. Le pregunté que quería hacer y la respuesta fue una especie de farfullo que no comprendí... 
   Me llama la atención que haya vuelto a soñar con él ¿por qué?
 Para mi lo más fundamental de los sueños son los sentimientos que provocan: Yo quería irme de la habitación, me desagradaba aquel sujeto que se parecía al hombre del que me enamoré como la pasa a la uva en sazón, como los pétalos secos conservados entre las hojas de un libro a la flor en todo su esplendor. Un detalle curioso es que llevaba unos pantalones cortos (¡horrorosos!) de color crema con un vuelo increible en la entrepierna. (¡Sonrio recordando el modelito!)

Esta mañana estuve oyendo toda una clase magistral sobre la química del enamoramiento: la dopamina, la feniletilamina, el sistema simpático... El enamoramiento ocurre a edad temprana y no a los 40, 50 ó 60 y explicó y explicó y explicó el porqué. ¡Acabé sonriendo! Si yo no pude seguir las explicaciones, la gran mayoría de los radioyentes no se enteraron de nada. Lo que si es cierto es que quien se ha enamorado, como quien ha sentido un orgasmo, lo sabe y no tiene dudas de lo que ha vivido. Traté de recordar los meses que pasé "sin tocar la tierra" y si creo que fueran unos tres meses. Después empezó otra etapa más serena...

El hecho es que él se fue a otra ciudad y empezó a despegarse de mi. Yo no lo acepté, dejé de creer en Dios (¡soy desde entonces agnóstica!), ... y en un momento me dije: si lo amas y él no quiere estar contigo, demuestra tu amor, y déjalo marchar. Dicho y hecho.
Ese 13 de febrero aprendí que la mayor prueba de AMOR es la renuncia. 

Felicidades en el día de los enamorados, para todos los que, como yo, han vivido esa explosión interna del enamoramiento y mi homenaje más sincero para los que, después de vivir esos 100 días de "borrachera" han llegado a lograr construir y mantener el AMOR para el resto de la vida.
                                  ...¡Sigo enamorada del AMOR!