La pregunta sugiere un tema que le produce una enorme curiosidad a la mayoría de la gente -entre la que me incluyo- pero mi curiosidad abarca muchos campos y dentro de la ciencia tengo debilidad por la bioquímica incluida la propia del cerebro. Entender nuestro comportamiento desde “dentro del cerebro” es un viaje apasionante, desde hace muchos años he leído todo lo que encontrado y puedo comprender sobre el tema, fundamentalmente aquellos libros de divulgación que se entienden y no aburren.
Creo que inicialmente me interesé por la bioquímica de las llamadas enfermedades mentales… Supongo que mucha gente visualiza la imagen del cerebro cuando se habla de la mente pero ¿existe la mente? De existir ¿está en el cerebro?... Me costó darme cuenta que se responsabilizaba a la “mente” de todos los procesos del ser humano que no tenían explicación, por ejemplo la producción del pensamiento, la memoria o determinadas enfermedades que dejan de ser “mentales” en cuanto se averigua su bioquímica. Después me interesó el cerebro propiamente dicho, como feminista convencida esperaba el momento en que la ciencia demostrara que los cerebros de ambos sexos no tenían diferencias significativas. Durante muchos años se avanzó muy poco o yo no lo supe y de repente me he encontrado con un montón de libros interesantes de los cuales algunos me han sido “secuestrados”.
Creo que inicialmente me interesé por la bioquímica de las llamadas enfermedades mentales… Supongo que mucha gente visualiza la imagen del cerebro cuando se habla de la mente pero ¿existe la mente? De existir ¿está en el cerebro?... Me costó darme cuenta que se responsabilizaba a la “mente” de todos los procesos del ser humano que no tenían explicación, por ejemplo la producción del pensamiento, la memoria o determinadas enfermedades que dejan de ser “mentales” en cuanto se averigua su bioquímica. Después me interesó el cerebro propiamente dicho, como feminista convencida esperaba el momento en que la ciencia demostrara que los cerebros de ambos sexos no tenían diferencias significativas. Durante muchos años se avanzó muy poco o yo no lo supe y de repente me he encontrado con un montón de libros interesantes de los cuales algunos me han sido “secuestrados”.
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Hoy sabemos que los cerebros del hombre y de la mujer funcionan de forma diferente porque están sometidos a los vaivenes de diferentes cantidades de hormonas y neurotransmisores. No seremos nunca iguales y no es un tema de educación.

¿De qué talla es el de su macho?, por sus “obras” lo conocerán porque de momento el análisis no está disponible pero todo se andará. Los que les falta el pedazo no tienen más cura que la voluntad, ¡Ah! la cadena “no crece” así que no cambiarán.
¿Y el alcohol?. ¡Como siempre empeorándolo todo!
¡Ay el alcohol!