sábado, 12 de noviembre de 2011

Maltrato de género a duo

      En su momento abrí este blog como desahogo ante unas vivencias muy duras, dispuesta a convertir en un sainete lo que tenía tonos de historia de manicomio. Han pasado los meses, hace tiempo que no escribo porque la historia ya se ha terminado. Yo estoy en mi casa y ellos viviendo sus ciclos amor-odio.
Hace unas horas volvió a llamarme el "protagonista" de la historia, sigue una terapia de el-pasado-no existe-bórralo-todo-y-vuelve-a-empezar (¿Acaso se acuerda de algo?) . Sigue igual
      Me hizo recordar el tiempo de escribir aquí, a solas con mi angustia y lo he vuelto a abrir.

      La primera pregunta que me surgió es ¿cómo estoy yo?  Yo diría que en reparaciones y con mucho que arreglar por delante, no se si lo lograré pero de momento mi planificación es:

  • Abandonar el alcohol, sus "envases" y similares. Entre los "envases" están los alcohólicos, los borrachos y sus amigos/as.
  • Curar las heridas.
  • Afrontar el resto de mi vida.
      El primer punto está cumplido puesto que la abandonada he sido yo.
     Las heridas de la cara y los porrazos en la cabeza ya se han curado pero me queda el brazo cuyo pronóstico es reservado (o sea no se sabe si tendrá solución sin quirófano)
     Después de la paliza del 10 de enero pasé una semana con el cuello inmóvil y el hombro izquierdo encogido.  Pensé que era por el cuello... Una semana después empecé a notar problemas con el brazo: no podía levantarlo hacia fuera, ni hacia arriba, no podía desplazarlo hacia atrás. Coincidió con la administración de unas vacunas y con un problema en un dedo y (¿será la vacuna?, ¡ah no! los años: reuma, artritis o artrosis...) Fui al especialista y me dio medicación con opiaceos (¡te lo tomas tú! pensé...), volví al médico de cabecera y a finales de julio me sacaron unas radiografía y un mes después...
     Cuando el médico la colocó en el cristal se viró hacia mi como un rayo: ¿y esto cómo ocurrió?...  ¿Qué pasa?- pregunté yo- Él señaló con el dedo el "canal" de separación entre mis huesos y dijo esto tuvo que doler mucho...

     En un relámpago recordé cuando, en el pasillo, mientras ella me agarraba de los pelos con la mano izquierda, me pegaba puñetazos con la derecha y él tiraba de mis brazos hubo un momento en que sentí un latigazo de dolor por el brazo hasta el cráneo,  entonces humillé la cabeza y dije ¡me vais a matar!
...Al instante reaccioné y le lancé a él una contundente patada de karate en el bajo vientre y me soltó... (la gallina me soltó también y se encerró en su adúltero cuarto)

       Me separaron el húmero de la clavícula, o sea:
                                                           ¡ME DESCOYUNTARON!

        A la izquierda mi radiografía, a la derecha el dibujo sacado de wikipedia.
       ¡Me duele!, ahora mismo me duele.
¡Ay mi hombro!