sábado, 27 de agosto de 2011

Mermelada hoy

...


-¡Por supuesto, te contrataré encantada!–dijo la reina. A dos peniques la semana, y mermelada dos veces en semana.

Alicia no pudo por menos de reírse, mientras decía:”No quiero que me contratéis… y no me gusta la mermelada…”


Es una mermelada muy buena –dijo la Reina.
–Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
–Hoy no la tendrías aunque quisieras –dijo la Reina–. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero no hoy.
–Pero de vez en cuando debe haber «mermelada hoy» –objetó Alicia.
–No; no puede ser –dijo la Reina–. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste.
–No os comprendo –dijo Alicia–. ¡Lo veo horriblemente confuso!
                                                                      ...
     
     Es un diálogo de Alicia en el  país de las maravillas. Lo he encontrado hace un par de días reseñado en otro libro en el que hablan del AHORA, que no vivimos con plenitud a causa del AYER o del MAÑANA. 
     Me acordé del libro "Alicia anotada" y fui a buscarlo mientras pensaba:
       
Con un alcohólico bebido se puede sostener un diálogo de este tipo cada día,  y al día siguiente otra vez y otra y otra y otra........:
Te oferta algo que no quieres, a cambio de algo que no te interesa, pero que (¡además!) no vas a recibir y pretende que le des las gracias. Por último, cuando menos te lo esperas, te está castigando por todo ello (¡que le corten la cabeza! decía la Reina en el cuento)
Se me nubló el buen humor después de está comparación.
Seguí leyendo un poco más del cuento:

–Es lo que pasa al vivir hacia atrás –dijo la Reina con afabilidad–: siempre produce un poco de vértigo al principio...
–¡Vivir hacia atrás! –repitió Alicia con gran asombro–. ¡Jamás había oído nada semejante!
–Sin embargo, tiene una gran ventaja: la memoria funciona en las dos direcciones.
–Desde luego, la mía solo funciona en una –comentó Alicia–. No puedo recordar cosas antes de que hayan sucedido.
–Es mala memoria, la que funciona sólo hacia atrás –comentó la Reina.
...

  

        Así he vivido los días de mi "contrato matrimonial": tratando de hacer razonar a la "Reina" y tratando de no perder la cordura. 
    Este segundo párrafo es más propio del alcohólico bebido y en pleno delirio.
¿Han visto alguno? Yo si y, como Alicia, he tratado de razonar desde mi cordura sin tener en cuenta que, al otro lado del espejo, la realidad ya no es la misma... 


                 Cerré los libros y decidí: ¡Mermelada HOY!

¡Ay el alcohol!